Cuando hablamos de Arte navegamos dentro de la posibilidad de sumergirnos en innumerables estilos y épocas. Leemos y apreciamos la obra del Artista y podemos llegar a admirarla o no empatizar con ella, además.
Nos asemejamos a sus trazos, a los colores que la componen… Incluso llega un momento en el cual somos capaces de asociar una obra con su Autor, aunque no hayamos visto esa pieza con anterioridad o con asidua familiaridad. Esto se debe al conocimiento que previamente tenemos sobre el Artista, su estilo, su bagaje artístico, la admiración que sentimos por aquél y así, de nuevo, un sin fin de factores.
De hecho, nos sonará la famosa frase de: “Es un Kandinsky” o “Es un Picasso”… Nada más lejos de la realidad.
Estilos como el Surrealismo, Hiperrrealismo, Minimalismo, el genuino Pop Art… Pero ¿Qué sucede cuándo escucháis por primera vez, o de repente, la palabra Psicopictografía?
No, no es un estilo artístico ni una nueva tendencia. Ni tan siquiera un hallazgo perteneciente a siglos anteriores.
Hablamos de la capacidad de plasmar la obra de diferentes Artistas mediante un estado denominado trance, donde la persona expuesta es capaz de pintar “poseída” a través de la manifestación de un Autor ya fallecido.
¿Verdad o fraude?
Luis Antonio Gasparetto es uno de estos denominados psicopictógrafos. Natural de Brasil, inició una gira por Europa entre finales de los setenta y comienzos de los ochenta, donde dio a conocer este peculiar don.
Gasparetto muestra una gran variedad de estilos en sus manifestaciones, pintando psicopictograficamente por Artistas como Modigliani, Toulouse Lautrec, Rembrandt, Picasso e incluso Leonardo Da Vinci.
Lo más curioso de Gasparetto es que no utilizaba para pintar ningún medio más allá de sus manos. Cuando se encontraba dentro de ese estado de trance casi parecía volcarse sobre el lienzo o el gran trozo de papel donde iba a plasmar la manifestación pictórica e, incluso, adoptaba gestos propios de los Artistas por los cuales decía estar poseído.
¿Realidad o ficción?
No cabe duda de que este tipo de temas siempre generan una clara controversia entre los que dejan entrar en ellos la posibilidad de que este tipo de manifestaciones puedan darse en cierto de tipo de personas, con habilidades especiales y poco conocidas por el hábito del hombre, y aquellos que se muestran escépticos ante este tipo de posibles realidades con su posible verdad. Nunca dejará de existir un gran debate abierto entre lo psíquico y lo empírico, y quizás la psicopictografía es un tira y afloja dentro de estos dos grandes afluentes repletos de connotaciones enfrentadas.
Pero ¿Qué sucedió después con Gasparetto? Este Médium decidió dar un pequeño giro y volcarse así en la creación literaria. También realiza variedad de conferencias en diferentes medios divulgando su experiencia, habilidad y doctrina. También continúa realizando sesiones de pintura, atrayendo así a grandes masas que continúan quedándose perplejos ante la singularidad de su pericia.
¿La mentira que rechazamos creer o la realidad que nos negamos a afrontar?
Habrá quienes lo llamen fraude, habrá quienes crean en la posibilidad de que estas manifestaciones sean reales y, por consiguiente, una continuación de las obras que los Artistas quieren perpetuar más allá de su existencia.
Incluso Jiménez del Oso y J. J. Benítez le dedicaron un capítulo dentro de su conocido programa “En Busca del Misterio” que, sin lugar a dudas, no dejará indiferente a quien indague en esta controvertida visión, captación y matiz… posiblemente adyacente al mundo del Arte ¿O no?
El debate sigue abierto y una cosa está clara: juzguen ustedes mismos.