Francisco Cortal es escritor, pintor y compositor. Reside en Barcelona y ha vivido cuatro años en Nueva York y dos en Milwaukee, Wiskonsin. Ha trabajado como compositor, escritor y compositor en varias obras de teatro y danza en Variety Theater, Off – Broadway, Nueva York y University of Wiskonsin – Milwaukee. Actualmente es propietario de Cortal Artes Gráficas y se centra en la literatura.
¿Quien es Francisco Cortal?
Empresario, escritor, pintor, músico, y una persona más.
¿Que podría compartir con los lectores sobre su libro «Cómo matar al presidente de Timofónica»?
Todo, especialmente la fantasía de torturar a un dirigente corrupto sin llegar a hacerle daño, más que nada asustarle a muerte, confinarle, y arrancarle los botones del traje con los dientes, emborracharle y vestirlo de prostituta.
¿Cinco razones para leer el libro?
Reírse, dejarse llevar, sentirse optimista, encontrar un rincón cómodo para leérselo, tener después buen sexo, y vivir el presente.
¿Cual ha sido su fuente de inspiración a la hora de escribir el libro?
Mi propio diálogo interior, ese equilibrio entre el lado oscuro por el que andamos como si alguien nos hubiese apagado la luz de repente, y el brillante y luminoso, en el que nos hallamos estirados en la playa sobre una toalla que huele a nuevo, y escuchamos alguien por detrás que le dice a su pareja, ‘Cariño, te has fijado, hace un día maravilloso…».
¿Que referencias literarias tiene el escritor Francisco Cortal?
Leo de todo, hasta novela romántica, cualquier libro que me recomiendan. Desde Stephen King, Murakami, Cheever, Raymond Carver, Joyce, John Fante, Sweig, Bob Dylan, …
Seguramente que la mayoría de los lectores se sentirán identificados con el personaje principal de su libro. ¿Considera usted que algunos presidentes de algunas compañía de telefonía podrían sentirse identificados con el presidente de Timofónica?
Seguramente todos, o casi todos. Desde el momento ponen en práctica tácticas diseñadas para obstaculizar el darnos de baja de una línea o móvil, eso significa estar aprovechándose del dinero y el tiempo de la gente. Pero eso también se da en la política y el sistema. Aunque no me interesa arreglar el mundo ni hablar de política, lo único que me interesa básicamente es disfrutar escribiendo… La parte artística y desconcertante del asunto… Apagar la radio y salir a dar un buen paseo.
