El alemán Michel Ende (1929-1995) publicó en septiembre de 1979 la novela Die unendliche Geschichte (La historia interminable en España y La historia sin fin en Latinoamérica) que rápidamente se convirtió en un éxito de ventas que la llevó a ser traducida a más de 36 idiomas en pocos años. Google dedica su doodle de este jueves 1 de septiembre al 37º aniversario de la llegada de este clásico de la literatura juvenil a las librerías.
El famoso «libro dentro de un libro» cuenta la historia del solitario niño Bastian Balthazar Bux, que encuentra un viejo tomo en una tienda de antigüedades. Escondido en el desván de su colegio, lee durante horas un libro llamado La historia interminable, en el que se relata la destrucción del reino de Fantasía. El niño se involucra en el relato de tal modo que acaba entrando en él.
La obra, muy alabada, catapultó a Ende al reconocimiento internacional. Pero son muchos los que conocieron el Reino de Fantasía a través de Wolfgang Petersen, que dirigió la película homónima en 1984. La película, que se reestrenó el pasado 22 de julio en España, disgustó a Ende, que pidió que quitaran su nombre de los títulos de crédito por considerarla «un gigantesco melodrama comercial a base de cursilería, peluche y plástico».
Michel Ende se despachó a gusto con los productores: «Les deseo que los agarre la peste. Me engañaron de mala manera, y lo que hicieron conmigo humanamente es una canallada, es una traición artística. Si estuviese en mis manos, yo hundiría esa película en el Vesubio».
En los años 90 surgieron dos secuelas del filme: La historia interminable 2: el siguiente capítulo (1990) con elementos de la novela de Ende y La historia interminable 3 (1994) sin rastros de la historia original. Cada una de ellas contó con un director y un reparto diferentes que no lograron el mismo éxito que tuvo la primera cinta. La novela también inspiró un vídeojuego, una serie de dibujos animados, una con actores y una obra dramática en Alemania.
Fuente: El País