26 abril, 2024

La recuperación económica va por barrios. Y en el que menos se nota es en el mercado laboral. El empleo que se crea, por el momento, es precario y los salarios, a tenor de los datos divulgados por el INE, siguen cayendo. En los primeros tres meses del año, el salario medio fue de 1.805,76 euros, un 0,2% menos que en el mismo periodo del año pasado. De no ser por el paréntesis de finales del año pasado, cuando la recuperación de la paga extra de los funcionarios en 2013 distorsionó la estadística, los sueldos encadenarían dos años cayendo, un periodo en el que acumulan un retroceso del 10,6%, según la encuesta trimestral de coste laboral.

Los trabajadores que más han visto menguar sus salarios entre enero y marzo son los artistas y los relacionados con la rama inmobiliaria, cuyos sueldos han bajado un 4,7% y un 4,5% en el último año. Ellos son el mejor ejemplo de lo que está sucediendo en el sector servicios, el que más trabajadores empleo. Los 10,7 millones de asalariados de este sector vieron como sus sueldos retrocedían una media del 0,5%. En cambio, en la construcción los salarios quedaron congelados y en la industria crecieron un 1,4%.

La caída de salarios es igual a la del coste laboral agregado, un 0,2%. En esta partida, además de los sueldos también están las cotizaciones a la Seguridad Social y percepciones no salariales (indemnizaciones por despido o ropa de trabajo) y la suma total es de 2.474,4 euros al mes.

Esta reducción de salarios llega por diversas vías. Por un lado están los incumplimientos de convenios (que suelen traducirse en reducciones de sueldo), que hasta marzo afectaban a poco más de 33.000 trabajadores. También los convenios en los que se pactan bajadas. Y por último, las contrataciones de nuevos empleados en las que los sueldos que se pagan son menores que los pagados en los contratos antiguos, lo que acaba tirando de la estadística hacia abajo.

Sindicatos y empresarios están comenzando la negociación para renovar el pacto salarial que vence este año. Los primeros exigen poner fin ya a la devaluación salarial. Defienden que los sueldos tienen que crecer para estimular la demanda interna. Los segundos, por su parte, han matizado su posición inicial. Si al principio eran partidarios de continuar por la devaluación salarial para ganar competitividad y crecer con las ventas al exterior, ahora admiten la posibilidad de que los sueldos crezcan en los sectores que hayan salido de la crisis y haya ganancias. A pesar de esto, las distancias entre ambas partes son muy significativas.

Fuente: El País

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