29 marzo, 2024

El año pasado, el Rijksmuseum de Ámsterdam recibió en donación de Erwin Olaf la mayor parte de su colección personal: cerca de medio millar de piezas, incluyendo fotografías, portfolios, vídeos, revistas, libros y posters. Los que no ofreció el artista, el centro pudo adquirirlos gracias al apoyo de la BankGiro Lottery.

Ahora, coincidiendo con el 60º aniversario del fotógrafo, el museo holandés nos presenta “12 x Erwin Olaf”, una exhibición que, además de celebrar su legado, quiere poner de relieve la inspiración clásica de su trabajo confrontándolo con obras señeras de los fondos del Rijksmuseum; el propio Olaf ha declarado que le llena de orgullo encontrar su obra rodeada de la belleza que le fascinó desde su primera juventud y que supone la raíz de su propia expresión artística.

Trabajando en colaboración con el director del Rijksmuseum, Taco Dibbits, el de Hilversum ha seleccionado once de sus fotografías y una instalación videográfica para hacerlas dialogar con otras tantas pinturas y un grabado de los fondos del Museo, en una presentación que pone de relieve, más allá de autorías concretas, que pasado y presente cuentan con estrechos lazos y que los artistas de ayer y de hoy se enfrentan, en algunas ocasiones, a desafíos comunes, como el dominio de la luz, la expresión y las texturas. Olaf reconoció, en la presentación de esta muestra, reconocer su propia esencia creativa en los lienzos escogidos, y halla en común entre su producción y la de los antiguos maestros una misma necesidad de exploración interna y de comunicación con el espectador.

Johannes Cornelisz Verspronck. Portrait of a Girl Dressed in Blue, 1641
Johannes Cornelisz Verspronck. Portrait of a Girl Dressed in Blue, 1641
Erwin Olaf. Hope – Portrait 5, 2005
Erwin Olaf. Hope – Portrait 5, 2005

El Retrato de una niña vestida de azul a cargo de Johannes Cornelisz Verspronck se ha emparejado con Hope – Portrait 5 de Olaf, que eligió esa pareja porque aquella joven mira directamente al espectador y aunque solo unos pocos trazos componen sus ojos, es inevitable detenerse en ellos: la representación de la luz en las pupilas es absolutamente convincente. También impresionó al fotógrafo la textura de las telas de su ropa. Detectamos amplias correspondencias entre ambas imágenes: el mimo de los vestidos azul y amarillo, la simplicidad de las composiciones, la atención a los sujetos y no a la opulencia a su alrededor. En ambos encontramos gestos espontáneos, como una mano apoyándose en la pared en la imagen de Olaf, aparentemente lejana a cualquier plan previo. El artista considera su imagen y la pintura de Verspronck como el resultado de una sinergia, más o menos semejante, entre autor y modelo.

Mujer desnuda de Rembrandt también se ha colgado en el Museo junto a La Penseuse (Squares), imagen de Olaf de 1987. Ambas obras se centran en la representación precisa de la piel de las modelos, escogidas intencionadamente por alejarse de los cánones estrictos de belleza: la plasmación de su cuerpo es más interesante, por lo que implica de reto, que la de un cuerpo joven, inmaculado y perfectamente proporcionado que aún no ha vivido ni padece declive.

A medio camino entre la fotografía comercial y la de estudio, el trabajo de Olaf suele comulgar con la fantasía, la sugerencia o la pesadilla. Evoca narrativas, invitando al público a elucubrar qué ocurrió antes o después de sus instantes captados, pese a que realiza imágenes autónomas y no series. Existen algunas emociones comunes atisbadas en cada una de sus fotos: soledad, nostalgia, quietud y, sobre todo, espera. También ha filmado vídeos, como Separación, lluvia y duelo (2003): en ellos plantea historias similares a las que podríamos imaginar a partir de esas obras.

Rembrandt. Nude Woman, 1629-1633
Rembrandt. Nude Woman, 1629-1633
Erwin Olaf. La Penseuse, 1987
Erwin Olaf. La Penseuse, 1987

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